La pequeña Camila Ochoa fue la única niña de Uruguay que estuvo participando en la etapa de clubes de los I Sudamericanos de Deportes Sobre Ruedas, ella se presentó en la especialidad de Patinaje de Velocidad en pista y ruta, para la pequeña de apenas 9 años fueron sus primeros Sudamericanos en este camino sobre ruedas que viene realizando de hace 5 años.

Con apenas 4 años de edad, Camila se subió por primera vez a unos rollers motivada por su papá y su mamá que también lo practicaban de forma recreativo ya que esta disciplina en el país vecino no tienen una lugar fijo para entrenarlo sino que lo realizaban en la calle y gran esfuerzo, de esa manera lograron armar su propio equipo y estar cada vez más vinculados con esta hermosa disciplina.

Camila pertenece al Team Uruguay siendo la única niña más chica, los demás patinadores son más adultos, Cami tiene como técnico es su propio papá, Leonardo Ochoa que además corre en la Selección de Uruguay y su mamá Andrea Regalado quien es la delegada del equipo y del seleccionado.

A San Juan llegaron acompañados por sus abuelos paternos, Raúl Ochoa y su abuela María de Los Ángeles y además por su hermana mayor Valentina de 16 años que también se sabe subir a los rollers.

“Es un orgullo acompañar a nuestra nieta, es la única uruguaya representándonos, donde sea que vaya ahí estaremos con ella, es su primera competencia, tiene mucho para dar, tenemos una fe brutal en Cami”. De esa manera se referencia María de Los Ángeles sobre su nieta.

Andrea, la mamá de la patinadora nos comentó que Camila se presentó a un preseleccionado de la Federación Uruguaya de Patín siendo la más pequeña y al momento de las pruebas hizo muy buenos tiempos y de esa forma quedo seleccionada para poder participar en sus primeros Sudamericanos, , “Lamentablemente durante la pandemia estuvo todo muy pausado, antes la cruzábamos a Argentina, a Buenos Aires que nos quedaba más cerca para participar en carrera más amateurs, estas obviamente son las carreras más profesionales que ella compitió, es una experiencia muy linda la que nos llevamos, si bien no tocamos el medallero que es lo de menos, si nos llevamos muchas experiencias para ella y además esto nos sirve para que otros chicos de Uruguay se puedan sumar, que se puede, que entrenando se llega”.

A San Juan llegaron acompañados por sus abuelos paternos, Raúl Ochoa y su abuela María de Los Ángeles y además por su hermana mayor, Valentina de 16 años que también se sabe subir a los rollers.