En las gradas del estadio Marcelo García se lo pudo ver a este querido personaje sanjuanino. Mientras observaba a su hija en el Sudamericano de Máster femenino, se prestó para la charla y compartió varios conceptos.

Jueves 9 de junio. 9:30 horas. En el estadio Marcelo García de Pocito, sede oficial de los Sudamericanos sobre Ruedas – San Juan 2021.

Le dijo sí al ofrecimiento de charlar unos minutos para una nota periodística. Y la sonrisa se le agrandó en el rostro. Ya se lo veía muy contento. Porque estaba observando a Fátima, su hija, quien después de algunos años volvió a ponerse los patines. Y participó del Máster femenino.

Nos acercamos a él sin ánimo de molestarlo. Estaba sentado, muy cerca de una baranda de mano, en la platea este, cerca de la pista. Tampoco queríamos quitarle mucho tiempo. Porque se perdería buena parte del partido, donde AGEC Córdoba (el equipo de Fátima) venció 4 a 3 a La Porteña. La premisa no fue impedimento. Con total gusto y placer, don Juan Heriberto, el pibe de apenas 80 años, comenzó con su relato. Y a la pregunta de por qué eligió el hockey sobre patines, don Oviedo respondió:

-Buenos días para todos. En este recinto, que es tan hermoso, antes que nada, muchas gracias a ustedes. Me están haciendo un homenaje. Muchas veces dicen que, a la gente grande, como yo, que ya tengo 80 pirulos, nos discriminan. Para mí es una mentira grandísima. Yo soy muy bienvenido en todos lados. Tanto en el hockey como el boxeo, ciclismo o el fútbol.

-Yo incurro en el hockey en el año 1945. Fue en Olimpia. Tenía 3 años. Mi mamá me llevaba para practicar hockey. Usaba patines con ruedas de cama. A las camas viejas, les sacábamos las ruedas y servían. Después comenzaron a hacerse los ‘cremolintes’. Era unas rueditas que se desarmaban, sin municiones. Y después a las ruedas las hacían con cono. Y los palos de hockey que se usaban eran manseras. Es el palo que se usa para el arado de tierras. A eso lo dividían, y a la mitad le ponían, en la curva, unas ‘tablebitas’ de madera, con cola y unas ‘tachuelitas’. Después las vendaban con vendas de cola. Y las dejaban dos o tres días prensados. Ese era el hockey que teníamos nosotros. Palos y ruedas caseras. Después, con unos señores que tenían una fundición, en la calle Aberastain, empezaron a hacer las ruedas de aluminio. Le poníamos un poco de grasa a los conos. Tenía uno a la entrada y otro a la salida. Eso daba la figuración. Jugábamos en la calle y en pista. Por ejemplo, en el Club Estudiantil, ahí por la calle Caseros, donde hoy es la Municipalidad de la Capital. Y donde está el Hospital Privado estaba Concepción, Sports Juniors, El Trébol. Y después la de Social San Juan, allá por la Avenida Rawson. Así fuimos haciendo el hockey y siendo parte de él. Después de grande, empecé a hacer lo mismo que hacía mi mamá conmigo, pero con hijos al Club Olimpia. Ahí estuvimos trabajando, con el ‘Conde’, que en paz descanse, Benedetti, y otras personas. Hubo mucha gente que nos ayudó a tener la cancha que tenemos. Ahí se forma lo que es hoy Olimpia. Empezamos, empezamos, hasta que ganamos las seis ligas seguidas, con todos chicos del club.

Fátima Oviedo, sanjuanina, jugadora refuerzo de AGEC de Córdoba en el Máster Femenino, junto a su papá, protagonista de la entrevista, en las gradas del estadio pocitano.

-Don Oviedo, ¿qué le despierta el hockey?

-El deporte me da mucha fuerza. Sumado a las cosas tan lindas que tiene la vida. A las penas vividas personales las siento un montón, porque no ha sido fácil sobrellevarlas. He tratado hacer de esto, el hockey, una alegría para mi vida. Y hoy me encuentro aquí, siendo añares que no me levantaba a las 7 de la mañana, para acompañarla a mi niña y traerla a jugar. Es una alegría para mí poder hacerlo y estar aquí.

-El hockey me despierta pasión, alegría. El hockey es mi vida. Lo más grande que pueda tener un ser humano. Y agradecido de todas las personas que me aprecian, como ustedes. Le reitero, soy una persona que no me siento discriminada. Me siento muy querido. Siento orgullo de ser Oviedo, sanjuanino y argentino.

-¿Qué le generan los deportes?

-Tratar por todos los medios de no tener niños que se suban al viaje de ida. Ustedes ya sabrán de qué hablo, las drogas. Si todos trabajaremos e hiciéramos un poquito más de lo que se hace, sería mucho mejor.

-¿Cómo le gustaría ver a Olimpia en los próximos años?

-Igual como lo estoy viendo ahora. Juventud, dinamismo y fuerza. Tener a los chicos que están. Seguir creciendo en inferiores.

-Queda muy poquito para que el Mundial regrese a San Juan. ¿Cómo ve a las Selecciones de Argentina?

-Va a ser algo hermoso lo que vamos a vivir. Que toda la gente lo viva con alegría. Quiero que sea un gran éxito para todos los equipos de la selección y para San Juan. Para que todos los turistas que nos visiten, puedan disfrutar de la cuna del hockey argentino que es San Juan. Y que ojalá Dios quiera podamos ganar y volver a decir que somos campeones del mundo.

-Don Oviedo, ha sido un placer escucharlo. ¿Nos despedimos con un gritito?

-Meta, cómo no, ahí va… ¡Vamooo’ Olimpiaaa!